Organizaciones sociales desafían el veto presidencial
Movimientos sociales, sindicatos y partidos de izquierda vuelven a las calles para protestar contra el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. La marcha contra el veto frente al Congreso generará una fuerte tensión política y un amplio despliegue de seguridad.
La tensión vuelve al Congreso
Este miércoles, una multitud integrada por organizaciones sociales, partidos de izquierda y sindicatos volverá a movilizarse al Congreso para protestar contra el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. La convocatoria, prevista para las 13 horas, busca presionar a los legisladores mientras se debate en sesión especial si se aprueba o rechaza la medida impulsada por el presidente Javier Milei.
El contexto no es menor: la movilización se da después de cinco meses sin cortes de calles, lo que anticipa una jornada cargada de tensión, tanto en el interior del Congreso como en sus alrededores.
Movimientos sociales y sindicatos lideran la marcha al Congreso contra el veto
Entre las agrupaciones convocantes se destacan la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Polo Obrero, la CTA Autónoma y varios sindicatos de la CGT. Abel Furlán, líder de la UOM, llamó a “mostrar rebeldía para conquistar el poder”, mientras que Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, aseguró que “las calles no son de Patricia Bullrich, son de los trabajadores”.
Por su parte, Rodolfo Aguiar, de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), calificó el protocolo antipiquetes impulsado por el Ministerio de Seguridad como “anticonstitucional” y convocó a los estatales a movilizarse masivamente. Varios dirigentes sociales, como Hugo “Cachorro” Godoy y Silvia Saravia, también expresaron su rechazo al veto y a las políticas de ajuste del Gobierno.
Amplio operativo de seguridad
El Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, ya ha dispuesto un vasto operativo para controlar posibles incidentes. La Policía de la Ciudad, en coordinación con las fuerzas federales, actuará bajo el protocolo antipiquetes. El área alrededor del Congreso será vallada, y a partir de las 11 horas se restringirá la circulación en varias calles clave del centro porteño.
Bullrich fue clara en sus declaraciones previas a la marcha: “Las personas pueden marchar, pero bajo ciertas circunstancias, hay un protocolo”. El gobierno busca evitar que se repitan los incidentes registrados en movilizaciones anteriores, cuando las protestas contra el veto derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Un reclamo por derechos jubilatorios
La ley de movilidad jubilatoria se sancionó el 22 de agosto por el Senado, pero vetada por el Poder Ejecutivo el 2 de septiembre bajo el argumento de que la medida “violaba el marco jurídico vigente” y no contemplaba su impacto fiscal. Según el decreto 782/24, que oficializó el veto, la implementación de la ley dificultaría gravemente la sostenibilidad de las finanzas públicas del país.
Pese a ello, los movimientos sociales insisten en su reclamo de mejoras para los jubilados, quienes, según Nicolás Caropresi del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), enfrentan una situación de “hambre y falta de acceso a medicamentos”.
La jornada de protesta se espera sea la más grande de las tres movilizaciones que ya tuvieron lugar en contra del veto presidencial, y no se descarta que las tensiones deriven en nuevos enfrentamientos.