Economía
PREOCUPACIÓN EN EL CAMPO POR EL DÓLAR
Las expectativas de devaluación ponen en vilo la venta de la cosecha gruesa de soja, mientras el Gobierno busca contener la inflación.
A pesar de la reducción de la brecha entre el dólar oficial y las divisas financieras, la retención de granos podría ser una estrategia adoptada por los productores ante la incertidumbre cambiaria y la posible devaluación. El campo no está conforme con el precio actual del dólar y amaga con liquidar poco si no mejoran las condiciones cambiarias para las próximas semanas, cuando comience la cosecha gruesa de la soja.
La posibilidad de unificación cambiaria genera expectativas de retención de granos por parte de los productores, lo que podría complicar los planes del Gobierno para mantener la estabilidad económica. Tras tocar máximos de casi 50% a mediados de enero pasado, la brecha entre el dólar oficial y las divisas financieras (MEP y CCL) cayó ahora al rango del 20% y se encuentra en mínimos desde fines de diciembre pasado.
La baja oferta de granos para exportación responde a la expectativa de una unificación cambiaria y el levantamiento del cepo, según fuentes del sector exportador de la soja. En el mismo sentido, un importante empresario del mundo de las cerealeras afirmó que «lo que se vio en Expoagro (hace unos diez días) es que el productor cree que Milei va a unificar el tipo de cambio y levantar el cepo. Por eso ahora no vende».
El retraso en la compra de insumos agrícolas y la caída internacional de los precios de los granos también inciden en la decisión de los productores de retener su cosecha. Debido a la sequía del año pasado, que dejó a muchos productores endeudados, la cantidad a vender para cubrir los gastos necesarios tampoco será desdeñable, y algunos la calculan entre 10 y 15 millones de toneladas de soja.
El desafío para el Gobierno será encontrar un equilibrio entre las necesidades del campo y la estabilidad económica, mientras se espera una venta de granos suficiente para cubrir los gastos necesarios y evitar mayores tensiones en el mercado. Ahora, Milei y Caputo tendrán el dilema de decidir entre convalidar un nuevo salto devaluatorio y posponer la desaceleración inflacionaria, acelerar el ritmo de la devaluación mensual con otro posible impacto en precios o mantener el tipo de cambio semi congelado como ahora y presionar políticamente al campo u ofrecer incentivos como el dólar soja, que el sector no quiere y que el propio Presidente ha rechazado durante los meses de campaña.
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Economía
El FMI reducirá los sobrecargos que paga la Argentina en una decisión impulsada por EEUU
El FMI recortará los sobrecargos para países en crisis
En una decisión política que lidera Estados Unidos, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobará hoy el recorte de sobrecargos FMI que paga la Argentina. Esta medida, que beneficiará también a Ucrania, Jordania, Kenia y otros países, implicará un ahorro anual cercano a los 400 millones de dólares para el país sudamericano, lo que aliviará en parte su situación financiera.
Los sobrecargos son intereses adicionales que el FMI cobra a los países que superan ciertos niveles de endeudamiento. Originalmente, se justificaban como una medida para ofrecer créditos más baratos comparados con los intereses del mercado. Sin embargo, este esquema se ha vuelto insostenible para muchas economías. En el caso de Argentina, en los últimos tres años pagó 3.700 millones de dólares en sobrecargos.
La decisión del recorte de sobrecargos FMI fue impulsada por la Casa Blanca con el objetivo de apoyar la economía de Ucrania, que se encuentra en guerra contra Rusia desde 2022. Argentina, junto con otros 21 países, también se beneficiarán de esta medida. «Las investigaciones muestran que los recargos del FMI son procíclicos y regresivos», afirmaron diversos economistas en una carta dirigida al directorio del FMI, entre los firmantes se encuentran Joseph Stiglitz, Martín Guzmán y Thomas Piketty.
Los efectos del recorte de sobrecargos FMI para Argentina
El recorte de los sobrecargos podría significar un alivio significativo para las arcas del Banco Central argentino, cuyas reservas se encuentran en una situación crítica. Según los cálculos del Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, la Argentina podría ahorrar cerca de 400 millones de dólares al año, lo cual representaría un respiro en su aguda crisis financiera.
La medida, que requiere el 70% de los votos del directorio del FMI, tiene garantizado el apoyo de Estados Unidos y sus aliados del G7. El informe técnico presentado por los asesores del Fondo propone aumentar el umbral que determina el inicio de los sobrecargos, reducir las tasas aplicables y bajar la tasa básica del 2% al 1%.
Impacto global del recorte de sobrecargos FMI
Esta decisión, que será discutida hoy, no solo impactará a Argentina, sino también a países como Costa Rica, Ecuador, Egipto y Pakistán, entre otros. Los sobrecargos que superaban el 2% ahora se aplicarán solo en deudas que excedan el 300% de la cuota asignada, en lugar del 187,5% actual. Esto representa una significativa modificación en las políticas crediticias del FMI, facilitando la situación financiera de los países afectados.
Argentina, que enfrenta una de las crisis económicas más profundas de su historia reciente, se beneficiará del recorte de sobrecargos, aunque los expertos advierten que la medida es un parche a la situación de fondo y que el país necesita reformas estructurales para mejorar su situación financiera de manera sostenida.
Economía
Plan de contingencia energética: medidas para el verano
El Gobierno busca mitigar los cortes de luz en medio de la crisis del sistema eléctrico.
El Gobierno ha lanzado un plan de contingencia energética para mitigar los cortes de luz durante el próximo verano, ante la situación crítica de la red de suministro eléctrico. La estrategia, establecida mediante la Resolución 294/2024 de la Secretaría de Energía, tiene como objetivo mejorar la oferta, el transporte y la distribución de energía. Además, se prevén cortes programados en industrias y comercios para preservar el suministro en hogares.
El plan abarca el período 2024/2026, centrado en la importación de energía de países limítrofes durante los días de mayor demanda, principalmente en las horas pico. CAMMESA será responsable de definir esos momentos críticos.
Medidas para las empresas eléctricas
El plan de contingencia energética también establece que las empresas concesionarias deberán presentar, en un plazo de 15 días, un programa detallado de Atención a las Contingencias. Este documento deberá incluir medidas preventivas de mantenimiento para evitar fallas, la disponibilidad de Unidades de Generación Móvil (UGEM) y centros de atención telefónica continua para atender las consultas de los usuarios.
El programa deberá detallar acciones preventivas para evitar mayores fallos en la infraestructura, asegurando su máxima capacidad. Las empresas también estarán obligadas a tener un esquema de atención proactiva hacia los usuarios, con información precisa sobre el servicio y los posibles cortes.
Plan de contingencia energética para grandes usuarios
En el marco del plan de contingencia energética, el Gobierno implementará un esquema para gestionar la demanda de los Grandes Usuarios Mayores (GUMAS). Este mecanismo, de carácter voluntario y remunerado, permitirá reducir la carga de estos consumidores durante los días de mayor exigencia. Los GUMAS, con un consumo superior a 10 MW, podrán ofrecer una reducción programada de su demanda, lo que ayudará a evitar sobrecargas en la red.
Seguimiento del plan
El Comité de Seguimiento del Plan de Contingencia, conformado por diversos actores del sector energético, será el encargado de monitorear la implementación de las medidas. Este comité podrá convocar a otros organismos, como el Servicio Meteorológico Nacional, para evaluar la situación en función de las condiciones climáticas.
Por último, el Gobierno ha instado a las provincias a adoptar medidas similares dentro de sus jurisdicciones para asegurar la efectividad del plan y mitigar los cortes en todo el país.
Economía
El Gobierno alcanza el superávit fiscal, pero faltan USD 2.000 millones en reservas
Último día para cumplir con las metas del FMI
El Gobierno enfrenta hoy el último día para cumplir con las metas del FMI, con un superávit fiscal que supera lo exigido, pero sin alcanzar las reservas necesarias. A falta de USD 2.000 millones, el Banco Central busca alternativas para cerrar la brecha antes de que finalice el día. Las metas actuales corresponden al acuerdo firmado en marzo de 2022, que culmina oficialmente hoy, dejando al país en la antesala de nuevas negociaciones.
Metas fiscales y reservas: el balance hasta hoy
El programa Extended Fund Facility (EFF), que el FMI implementó para ayudar a Argentina a cubrir los vencimientos del acuerdo Stand By de 2018, incluyó exigencias tanto en términos de superávit fiscal como de acumulación de reservas. El superávit acumulado hasta agosto alcanzó los $8,7 billones, superando lo exigido. Sin embargo, el Banco Central no ha logrado cumplir la meta de reservas, quedando corto por aproximadamente USD 2.000 millones, según estimaciones privadas.
El Gobierno había considerado la posibilidad de obtener financiamiento a través de bancos internacionales para inyectar dólares y cumplir con esta meta en el último momento. Un acuerdo de corto plazo con garantías en títulos en dólares y oro está en discusión, aunque aún no ha sido confirmado oficialmente.
Gobierno con superávit fiscal: El desafío de las reservas
El incumplimiento en la acumulación de reservas podría tener consecuencias limitadas según fuentes oficiales, que relativizaron la importancia de este objetivo. La aceleración en el pago de importaciones ha aumentado la demanda de divisas, complicando la situación. Sin embargo, las metas fiscales, en cambio, no han representado un problema para el Gobierno, que ofreció cumplir con objetivos más estrictos como parte de un compromiso con el ajuste fiscal.
Con la etapa actual del programa EFF finalizando, el Gobierno se prepara para iniciar las negociaciones de un nuevo acuerdo con el FMI. Estas negociaciones, que podrían extenderse por varios meses, buscan reconfigurar los plazos de pago de los USD 45.000 millones adeudados y asegurar financiamiento adicional para el Banco Central. Aún se desconoce si el acuerdo será alcanzado antes de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, programada para fines de octubre.