Detienen al hijo de la jubilada de 90 años asesinada en San Isidro como presunto autor del crimen
El hijo de la jubilada italiana de 90 años hallada asesinada el miércoles pasado en su casa de la localidad bonaerense de Las Lomas de San Isidro, fue detenido acusado de ser el autor del matricidio con un posible móvil económico, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
Se trata de Aldo Antonio Di Paolo (65), quien había sido la persona que supuestamente había descubierto el crimen, llamado a la Policía y denunciando el faltante de una serie de alhajas y del celular de su madre, María Cristina De Vincentiis (90), cuando hace dos días apareció muerta con un cuchillo clavado en el cuello.
Di Paolo fue indagado esta tarde por la fiscal de la causa, Carolina Asprella, del Área Criminal de la Fiscalía de San Isidro, ante quien, asistido por un defensor oficial, se declaró «inocente», tras lo cual quedó detenido como presunto autor de un «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por la alevosía», un delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Fuentes de la investigación revelaron a Télam que uno de los elementos que complicó a Di Paolo fue que los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y de la Estación de Policía de San Isidro que trabajaron el caso establecieron que entre el sábado y el lunes pasado la única persona que había entrado al domicilio de De Vincentiis había sido su hijo, que vive a la vuelta, en la misma manzana que su madre, a unos 150 metros de la escena del crimen.
Incluso, se determinó el lunes por la tarde, cuando Di Paolo se retiró de la casa de su mamá, lo hizo con una bolsa de nailon similar a la que anoche se secuestró en el allanamiento y que contenía dinero.
«Hay una cámara en la cuadra que grabó todo. Se lo ve entrar al hijo el lunes alrededor de las 18, se queda aproximadamente media hora y sale, en cuero, y con la bolsita rumbo a su casa», dijo a Télam una fuente judicial ligada al expediente.
El presunto matricida, que según voceros policiales se dedica a instalar redes de cañerías antiincendios y matafuegos, había dicho que el domingo había sido el último día en que pasó a visitarla.
A su vez, la data de muerte estimada reveló que la jubilada fue asesina entre 48 y 72 horas antes a la autopsia realizada ayer, lo que ubica el asesinato como cometido entre el lunes -cuando Di Paolo quedó filmado-, y el martes.
Las fuentes indicaron que esa cámara clave -que pertenece a una fábrica de adhesivos y selladores ubicada en la vereda de enfrente a la escena del crimen-, además «graba en forma interrumpida» y se constató que desde ese lunes la única persona que volvió a ingresar a la casa de la anciana fue su hijo, el miércoles pasado, cuando llamó al 911 para avisar que había encontrado a su madre asesinada.
También, antes de la llegada de la policía, pasó por la casa de unos vecinos y les dijo: «Mi mamá está muerta».
En el allanamiento realizado en el domicilio del ahora imputado por matricidio, en la calle Herrera al 886 de Las Lomas, la Policía secuestró 3.000 dólares, 900.000 pesos, dos tablets, una notebook, dos teléfonos celulares y un almohadón con aparentes manchas de sangre.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que ante estos elementos y una serie de contradicciones que se detectaron en su relato, la fiscal Asprella dispuso esta madrugada la aprehensión de Di Paolo.
Fue el ahora detenido quien el miércoles pasado, alrededor de las 20.30, llamó a la Policía para denunciar que había encontrado asesinada a su madre en la casa de ella, situada en Avellaneda al 1314, entre San José y Herrera, de Las Lomas, partido de San Isidro, en el norte del conurbano bonaerense.
En ese momento, el hombre explicó que había ido a la casa porque su madre, quien vivía sola y usaba una silla de ruedas, no le contestaba los llamados telefónicos.
Cuando arribó el personal policial, halló asesinada a la jubilada de nacionalidad italiana, tendida en el comedor cocina de la vivienda, con un cuchillo clavado en el cuello.
La autopsia estableció ayer que De Vincentiis falleció por la lesión del arma blanca en el cuello que le generó una hemorragia y shock hipovolémico.
El arma homicida, una cuchilla de cocina con mango de madera, en principio, pertenecía a la propia casa, señalaron los investigadores.
Di Paolo también le indicó a la Policía que la casa de su madre estaba algo revuelta y que el o los asesinos habían robado una serie de alhajas y el teléfono celular de la víctima.
La primera línea de investigación fue la de un homicidio en ocasión de robo cometido por alguien que había logrado ingresar a la casa.
Es que pese a no detectar puertas o ventanas forzadas, algunos vecinos declararon que la mujer solía dejar la puerta abierta cuando salía con su silla de ruedas a tomar aire.
Sin embargo, la fiscal Asprella también investigó en paralelo la versión del hijo y tras una serie de tareas investigativas y de contradicciones detectadas con las cámaras de seguridad, dispuso entre anoche y esta madrugada el allanamiento en su vivienda y su detención.
«Básicamente el trabajo que hizo la DDI con las cámaras y otros datos que contradijeron el testimonio del hijo, terminaron de transformarlo en el principal sospechoso. Y si bien restan pericias, el allanamiento en su casa robustece nuestras sospechas», dijo a Télam una fuente judicial.
A su vez, si bien había desorden en la casa, para los investigadores daba la impresión de estar montada la escena de un robo.
Las fuentes reconocieron que se investiga un móvil económico no solo por el dinero hallado en el domicilio del imputado, sino también porque su madre, de nacionalidad italiana, aparentemente cobraba una pensión de ese país europeo.
Por quién terminó detenido, por su resolución a partir de cámaras de seguridad -aunque esta vez en 24 horas-, y por haber ocurrido en la zona norte del conurbano, el caso hizo recordar a uno de los crímenes más resonantes del año pasado: el doble parricidio del matrimonio Del Rio en Vicente López.
José Enrique Del Rio (75) y María Mercedes Alonso (72) aparecieron asesinados -él de tres balazos y ella de uno- el pasado 25 de agosto en el interior de su automóvil en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Si bien la empleada María Ninfa «Nina» Aquino fue la primera detenida como sospechosa de haber sido la «entregadora», tras 14 días fue liberada y el caso dio un giro el 7 de septiembre cuando los fiscales detuvieron al hijo menor de los fallecidos, Martín Del Rio (48), como supuesto autor de un doble parricidio.
En base a prueba fílmica, tecnológica y testimonial recopilada por la fiscalía, Del Rio hijo quedó detenido acusado de ser el «caminante encapuchado» que, un día antes del hallazgo de los cuerpos, quedó filmado entrando y saliendo de la escena del crimen.