El Gobierno permitirá exhibir precios en ambas monedas, facilitando pagos en pesos y dólares.
La Secretaría de Comercio de Argentina está trabajando en una nueva resolución que habilitará la exhibición de precios tanto en pesos como en dólares. Este cambio busca actualizar una normativa vigente desde 2002, que obligaba a destacar los precios en pesos sobre cualquier otra moneda.
El objetivo de esta iniciativa es facilitar las transacciones en dólares en sectores específicos. Además, se complementará con el desarrollo de tarjetas de débito en esa moneda. Estas tarjetas permitirán a los consumidores usar los dólares depositados en cuentas CERA para adquirir bienes y servicios. El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó la importancia de esta medida para dinamizar ciertos sectores de la economía.
Aunque la resolución no aplicará de inmediato a productos de consumo masivo, como alimentos, tendrá un impacto significativo en rubros dolarizados. Sectores como el automotriz, inmobiliario y náutico serán los primeros en adoptarla, ya que tradicionalmente manejan precios en dólares. Esto representará un cambio importante, brindando mayor claridad en las transacciones.
Impacto en sectores dolarizados
La exhibición de precios en pesos y dólares será especialmente beneficiosa para sectores donde ya predominan las transacciones en dólares. Por ejemplo, en la compra de automóviles, propiedades y embarcaciones, se espera una mayor transparencia. Al permitir que los precios sean visibles en ambas monedas, el consumidor podrá comparar de manera directa y evitar confusiones. Esto también reducirá las negociaciones informales que muchas veces rodean este tipo de transacciones.
Desafíos en la implementación
Sin embargo, la medida requerirá importantes ajustes técnicos. Los comercios y proveedores de servicios de pago deberán actualizar sus sistemas para gestionar precios y transacciones en pesos y dólares. Por otro lado, el Banco Central tendrá un papel fundamental en establecer un marco regulatorio claro. Este marco debe asegurar la transparencia, evitar abusos y prevenir posibles arbitrajes entre monedas.
Además, los comercios deberán capacitar a sus empleados y ajustar los sistemas contables. Esto puede representar un desafío inicial, especialmente para pequeñas y medianas empresas que tal vez no cuenten con los recursos necesarios para implementar cambios tecnológicos rápidamente.
Perspectivas futuras
A largo plazo, la exhibición de precios en ambas monedas podría extenderse a más sectores de la economía. Esto no solo permitiría una formalización de las transacciones en dólares, sino que también reduciría el uso de efectivo. En última instancia, esta medida podría impulsar la digitalización de pagos, promoviendo una economía más moderna y transparente. Si bien su éxito dependerá de la aceptación por parte de comerciantes y consumidores, representa un paso hacia un sistema bimonetario más organizado.