El seleccionado argentino recuperó la memoria en el último partido de la fase de grupos contra Polonia, que será recordado por el cruce entre Lionel Messi y Robert Lewandowski, así como por la consolidación de la base del equipo que conquistó el título en Qatar 2022.
Después del desahogo contra México, el equipo de Lionel Scaloni enfrentó el 30 de noviembre de 2022 al conjunto europeo en el llamativo estadio 974, bautizado por aquel entonces como el «de los contenedores» por la cantidad de containers utilizados para su construcción pero también conocido como «Qatar» pues la cifra es además el prefijo telefónico del país árabe.
Sobre el cierre de la fase inicial, el DT encontró la base de la formación que luego utilizó en la final del 18 de diciembre contra Francia.
En la defensa, Nahuel Molina y Cristian Romero volvieron a la titularidad en lugar de Gonzalo Montiel y Lisandro Martínez, respectivamente, y se retornó a la línea de cuatro.
Este encuentro también marcó la consolidación del renovado mediocampo integrado por Alexis Mac Allister, Rodrigo De Paul y Enzo Fernández, quien después de su consagratorio ingreso ante México debutó como titular en lugar de Guido Rodríguez.
Julián Álvarez, el tercer elemento de la renovación del equipo en plena Copa del Mundo, completó el cuarteto de variantes que introdujo el cuerpo técnico para afrontar el último partido del grupo C.
La única diferencia con el equipo que salió a jugar la final contra Francia fue el ingreso de Nicolás Tagliafico por Marcos Acuña.
Argentina dominó el partido desde el inicio y minimizó las opciones de Polonia, que se dedicó a aguantar y esperar un contraataque salvador de la mano de Lewandowski.
Después de varios intentos, el vigente campeón de América tuvo la oportunidad de abrir el marcador en los pies del capitán Lionel Messi tras un controvertido penal cobrado por el árbitro neerlandés Danny Makkelie, a instancias del VAR.
El potente zurdazo del 10 se topó con las salvadoras manos del experimentado arquero Wojciech Szczesny.
La «albiceleste» se fue al descanso con buenas sensaciones, pero se desconocía cómo iba a reaccionar el equipo luego del penal fallado por el máximo referente.
En palabras de Messi después del partido, el equipo «se fortaleció» después de esa oportunidad y al minuto de la segunda parte encontró el gol tan buscado.
Molina tiró un centro preciso desde la derecha para la llegada al área de Mac Allister, quien con un tiro esquinado pero mordido dejó sin opciones al arquero polaco.
La ventaja liberó completamente al equipo que, durante los minutos posteriores, desplegó el fútbol que hasta el momento no había podido mostrar desde su llegada a Medio Oriente.
A los 22 minutos, Julián Álvarez, tras asistencia de su excompañero y amigo Enzo Fernández, le puso el moño a una gran jugada colectiva para sellar el resultado y asegurar el primer puesto de la zona.
El gol del «Araña», que finalmente se quedó con el puesto por sobre Lautaro Martínez, tuvo 27 pases consecutivos y superó por uno el recordado tanto de Esteban «Cuchu» Cambiasso en Alemania 2006 contra Serbia y Montenegro.
La hinchada de la Argentina, amplia mayoría en el estadio, disfrutó los minutos finales y se volvió a ilusionar luego de dos partidos de máxima tensión.
La única mancha de aquel encuentro fue la lesión muscular de Ángel Di María, quien luego se perdió el duelo de octavos de final ante Australia.
La noche de Doha tenía preparado un final especial ya que, en tiempo de adición, Messi protagonizó un cruce con Lewandowski luego de una falta que le cometió el delantero en mitad de cancha, que dejó al descubierto la impotencia de Polonia que rogaba por mantener ese resultado para clasificar en el segundo lugar del grupo y el fastidio del 10 argentino que no le devolvió el pedido de disculpas a su rival.
Con el partido finalizado, Lewandowski volvió a acercarse a Messi para saludarlo y allí tuvieron un intercambio de palabras, que pese a la insistencia de los periodistas nunca pudo revelarse el contenido.
Argentina cerró la fase de grupos en el primer lugar, y Scaloni encontró las piezas que necesitaba para ordenar el tablero que se había sacudido después del inicio traumático en la Copa del Mundo.