La inflación bajó este mes en Alemania del 6,1% a 4,5% anual, mientras que en España volvió a acelerarse situándose en 3,5%, lo cual deja un panorama mixto al Banco Central Europeo (BCE) de cara a su política de tasas de interés.
En el caso de Alemania, la inflación anualizada llegó al 4,5% interanual, el nivel más bajo desde que comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania en febrero del año pasado, de acuerdo con la Oficina Federal de Estadística (Destatis), tras haber alcanzado anteriormente un pico de 8,8%.
La cifra fue mejor de la anticipada por los analistas que estimaban una inflación de 4,7%, según datos de la plataforma de análisis financiero Factset citados por la agencia AFP.
Los precios de los alimentos continúan pesando con un incremento anual de 7,5% anual, aunque se desaceleraron respecto del 9% de agosto y el 11% de julio.
En tanto, la energía subió 1%, frente al 8,3% de agosto y el 5,7% de julio.
Los economistas esperaban una fuerte baja en la inflación alemana para este mes pues se trata del primer periodo sin el efecto de base de las rebajas temporales al combustible y a los pasajes de transporte, que finalizaron a fines de agosto del año pasado.
En el verano boreal del año pasado, Alemania instauró un pasaje de 9 euros (US$ 9,5) que permitía acceder al conjunto del transporte público del país.
La opinión de consenso es que la baja continúe de aquí a fin de año, con una inflación que terminará promediando un 6,1% este año para luego caer a 2,6% en 2024.
“Esperamos que esta tendencia a la baja siga en los próximos meses, dándole a los funcionarios del BCE más seguridad sobre las perspectivas inflacionarias a mediano plazo”, indicó la economista Maeva Cousin a la agencia Bloomberg.
La situación de Alemania contrasta con la de España, donde los precios se aceleraron por tercer mes consecutivo, luego de haber alcanzado un piso de 1,9% en julio.
La inflación de septiembre fue de 3,5%, nueve décimas más que en agosto, según el indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que la variación mensual marcó 0,2%.
La suba responde principalmente “al incremento de los precios de la electricidad, que, a su vez disminuyeron en septiembre de 2022”, llevando a un efecto de arrastre.
Del mismo modo, también registraron un incremento las naftas.
La inflación subyacente –que no tiene en cuenta los valores volátiles de los alimentos y la energía- retrocedió tres décimas y totalizó 5,8%.
Pese a la aceleración de los últimos meses motivada, en parte, por el incremento del precio internacional del petróleo, la inflación en España está lejos de su pico de 10,8% de julio del año pasado.
Los datos de hoy dejan un panorama mixto al Banco Central Europeo (BCE) a la hora de decidir como continuar con su política monetaria.
La entidad subió 10 veces las tasas de interés desde julio del año pasado, realizando una nueva revisión al alza de 25 puntos básicos este mes, llevándolas así al mayor nivel desde la creación del euro en 1999.
El BCE dio a entender en su última reunión monetaria que podría haber finalizado con su ciclo de alzas, aunque aún no hay consenso.
“Hicimos mucho al implementar 10 subas de tasas. Quizás se necesiten más si los datos indican que es necesario”, manifestó recientemente el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, en una entrevista.
En tanto, otros funcionarios como el titular del Banco de España, Pablo Hernández de Cos señalaron que los precios volverán a la meta del 2% anual si se mantienen los actuales niveles de tasas por un tiempo prolongado.
En países como Italia la inflación sigue siendo una preocupación: el gobierno, encabezado por Giorgia Meloni, firmó hoy un pacto para un “trimestre antiinflacionario” con representantes de las cámaras italianas de comercio, distribución e industria.
«Este pacto es un instrumento que utilizaremos para trabajar juntos para bajar los precios de los principales bienes de consumo», dijo Meloni después de firmar el acuerdo, en declaraciones citadas por la agencia de noticias ANSA.