El primer trimestre concentra el 40% de los vencimientos en dólares y el 25% en pesos.
El arranque de 2025 pone a prueba la capacidad de gestión del Gobierno, que deberá afrontar importantes compromisos de deuda el primer trimestre del año en medio de un escenario económico complicado. Entre enero y marzo, vencerá el 40% de las obligaciones en dólares del año y un cuarto de las correspondientes en pesos. Para sortear este desafío, se buscan alternativas como acuerdos con el FMI y la emisión de títulos con tasas atractivas.
Los vencimientos en pesos marcan el ritmo de las próximas licitaciones
Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), en los primeros tres meses del año próximo vencen $29,7 billones en títulos públicos en moneda local, equivalentes al 25% de la deuda anual. Esto obliga al Ministerio de Economía a plantear licitaciones con condiciones que seduzcan a los inversores.
No obstante, la tarea no es sencilla. En la última licitación, el Tesoro solo logró renovar el 87% de los vencimientos previstos. Además, el canje de deuda realizado para aliviar las obligaciones de enero tuvo resultados limitados, logrando “rollear” solo $660.000 millones. Según el economista Amilcar Collante, “las tasas actuales son atractivas frente a la inflación esperada”, lo que ayuda a captar interés financiero, aunque no es garantía de éxito total.
Exportadores e importadores, en el centro del debate
La situación de las tasas también afecta a sectores clave como los exportadores e importadores. Collante explica que estos actores están optando por aprovechar los rendimientos que superan el ajuste cambiario mensual («crawling peg»), lo que incentiva a los exportadores a liquidar más rápido y a los importadores a postergar pagos. Este comportamiento podría influir en la disponibilidad de dólares en los próximos meses.
Primer trimestre y la deuda en dólares: un reto que no da tregua
Por otro lado, los compromisos en moneda extranjera suman u$s6.500 millones en el primer trimestre, representando el 41% de las obligaciones en dólares de 2025. Este monto incluye deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), otros organismos internacionales y bonistas privados.
Para cubrir parte de estos vencimientos, el Tesoro ya adquirió u$s2.701 millones del Banco Central en octubre pasado. Con esas reservas, se aseguraron los pagos de capital y renta de bonos Globales y Bonares que vencen en enero. Sin embargo, las reservas netas del país se encuentran en un rojo de aproximadamente u$s4.773 millones, lo que complica el panorama.
Medidas para aliviar la presión
Ante este escenario, el Gobierno busca renegociar su acuerdo con el FMI y no descarta recurrir a financiamientos alternativos como créditos «repo» con bancos internacionales. Al mismo tiempo, las licitaciones en pesos continúan siendo una herramienta clave para sostener la refinanciación de deuda local.
Sin embargo, los desafíos son evidentes. Las altas tasas ofrecidas en las licitaciones recientes han generado debate sobre su sostenibilidad y sobre el impacto en las cuentas fiscales. Con los primeros vencimientos del año cada vez más cerca, la necesidad de lograr un equilibrio entre deuda, inflación y reservas será crítica para evitar un nuevo desequilibrio económico.