El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó hoy su proyección de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de China, de 5% a 5,4%, para el corriente año, mientras que las exportaciones del gigante asiático marcaron un nuevo descenso en octubre.
La mejora de la proyección de China refleja “un fuerte repunte posterior a la reapertura de la demanda interna, en particular del consumo”, indicó Gita Gopinath, subdirectora gerente del FMI en una conferencia de prensa en Beijing, en declaraciones citadas por la agencia France Presse.
Gopinath se refirió al rebote que atravesó la economía tras el fin de las restricciones sanitarias por el coronavirus, a fines del año pasado.
El efecto rebote se moderó entre julio y septiembre, cuando registró un crecimiento de 4,9%, pero que, de todos modos, fue mejor de lo esperado, lo cual, junto a los recientes anuncios gubernamentales, llevó al FMI a elevar sus proyecciones.
El informe correspondiente a la misión del Fondo, prevista por el artículo 4 del organismo, advierte por los riesgos en el sector de propiedades que llegó a representar más de un cuarto de la economía y cuya debilidad arrastra a la economía china.
En ese marco, recomienda a Beijing una estrategia para contener sus riesgos y políticas macroeconómicas de estímulo –como baja de tasas y asistencia a hogares- para alimentar la confianza.
Entre las medidas reciénteme implementadas por el gobierno, se encuentra la emisión de bonos soberanos por US$ 137.000 millones, llevando a su déficit al mayor nivel en tres décadas.
“En las últimas décadas, China superó el crecimiento de otros países con un nivel similar de desarrollo con una expansión del promedio del 8% anual, mejorando los estándares de vida y eliminando la pobreza extrema. Sin embargo, el crecimiento basado en la expansión del crédito estuvo acompañado por el incremento de vulnerabilidades y desbalances”, indicó Gopinath.
La “numero 2” del FMI destacó la voluntad de Beijing en ajustar el mercado de propiedades y reducir sus riesgos.
En 2022, la economía china se expandió sólo un 3%, muy por debajo del objetivo original del 5,5%.
El gobierno chino espera una expansión de este año de “alrededor del 5%”, una meta cercana a la proyección del FMI y que es una de las más bajas en décadas.
En tanto, para 2024, el FMI espera una expansión de 4,6%, con una desaceleración respecto a este año debido a la continuidad de “la debilidad en el sector de propiedades y la menor demanda externa”; mientras que a mediano plazo se espera que siga declinando llegando a 3,5% para 2028, debido “a la débil productividad y el envejecimiento poblacional”.
“Escuche de las autoridades chinas que no están interesadas en el número, sino que quieren que el crecimiento sea de alta calidad, sustentable e inclusivo”, indicó Gopinath en declaraciones a CNBC.
Uno de los puntos en los que la potencia asiática aún no pudo volver a despegar es el comercio exterior, impactado por la desaceleración económica global.
Las exportaciones se contrajeron 6,4% anual en octubre, según indicó hoy la administración aduanera, lo cual fue menos de lo anticipado por los analistas.
Los economistas consultados por la agencia Bloombeg habían proyectado una caída de 3,5%.
La venta de productos chinos al exterior está en rojo desde octubre del año pasado, con excepción de un ligero repunte en marzo y abril último.
«El crecimiento de las exportaciones permanece muy lento debido a la ralentización del momento económico en Estados Unidos y Europa», explicó Zhang Zhiwei, de la consultora Pinpoint Asset Management.
Por el contrario, las importaciones aumentaron 3%, el primer crecimiento en ocho meses, lo cual puede indicar un repunte en la demanda y consumo interno de China.
Pese a ello, China permanece un superávit comercial de US$ 56.500 millones.