Cientos de miles de hinchas teñían de celeste y blanco esta mañana la zona del Obelisco, en el centro porteño, algunos con réplicas de la Copa y en un clima de algarabía, a la espera del micro que trasladará hasta allí a la Selección campeona del mundo que llegó al país durante la madrugada en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, para celebrar el tercer título de la historia obtenido en el Mundial de Qatar.
Engalanados con camisetas de la Selección, algunas de ellas intervenidas manualmente con la tercera estrella, y con la ilusión de llegar lo más carca posible de los jugadores, saltaban y cantaban, mientras un hormiguero humano comenzaba a colmar las laterales de la avenida 9 de Julio.
“Pasamos la noche acá con la ilusión de ver este equipo campeón de la mano del mejor del mundo”, dijeron a Télam Candela (19) y Ailen (20) que junto a casi una decena de amigas, todas jugadoras de fútbol, vinieron desde el partido bonaerense de La Matanza para pasar la noche en el Obelisco.
“Lo único que queremos es ver a nuestra Selección, la vamos a esperar acá y después correremos el micro a donde sea que vaya”, señalaron tras la vigilia las jóvenes, fanáticas del fútbol “desde chicas”, con cansancio pero con las expectativas intactas.
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Para el grupo de futbolistas mujeres «esto es algo que no se nos olvida más, ser contemporáneas de (Lionel) Messi es lo más hermoso que hay”.
A unas cuadras de allí, subidos a los techos del Metrobus, decenas de jóvenes cantaban y bailaban las canciones que alentaron a la «Scaloneta» durante el Mundial de Qatar con la ya mítica «Muchachos…. » repitiéndose sin cesar.
“Pasamos la noche muy esperanzados de poder ver a Lionel y todo el equipo, que regaron de gloria una vez más este suelo y nos hicieron felices a todos”, contó Luciano (31), oriundo de la localidad bonaerense de Dolores y fanático de Diego Maradona, a quien lleva “tatuado para siempre” en su piel.
“Vivir esto es un encontronazo de emociones”, agregó el joven, quien agradeció poder “vivir este sueño” con su abuelo, que fue quien le transmitió “esta hermosa pasión” por el fútbol.
“La muerte del Diego me dejó el abrazo más puro y sentido de mi vida con mi abuelo. Con esta copa lo volvemos a vivir”, expresó a Télam rodeado por amigos y primos en las cercanías del Obelisco.
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En la punta del emblemático monumento porteño varios jóvenes se asomaban por las ventanitas, desde donde hacían flamear banderas, mientas otros ya habían conseguido subirse los semáforos para aguardar la llegada del micro con el equipo campeón que partirá desde el predio de la AFA en Ezeiza, donde pasó la noche, entre las 12 y 12.30.
Desde allí, tomará Riccheri, avenida General Paz hasta la bajada de Lugones, para luego seguir por avenida 9 de julio pasando por el Obelisco hasta la autopista 25 de mayo y finalmente regresar a Ezeiza.
Luciendo orgulloso su remera que reza “Tricampeón del mundo”, Juan llegó esta madrugada desde Santa Fe con su hijo y su nieto, a la espera de la Selección.
“Es un orgullo nacional y lo mejor que tenemos, lo mejor que nos pudo haber pasado como país”, aseguró el hombre de 76 años, evidentemente emocionado.
Junto a él, su hijo Ricardo añadió: “Es una alegría enorme vivir esto juntos, tres generaciones que nos fuimos transmitiendo el amor por el fútbol”.
“Cada vez que Argentina gana venimos a festejar a Buenos Aires, queremos alentar y estar cerca de este equipo que dejó todo por nosotros”, coincidieron.
Indagan a Mario Firmenich por el atentado de Montoneros en 1976
La Justicia reabre causas históricas por violaciones a los derechos humanos.
La Cámara Federal porteña ordenó la indagatoria de Mario Firmenich, ex líder de Montoneros, por su presunta responsabilidad en el atentado perpetrado en julio de 1976 contra el comedor de la Policía Federal, que resultó en 24 muertos y 60 heridos. El tribunal consideró que este hecho constituye una grave violación a los derechos humanos y, por lo tanto, es imprescriptible.
La indagatoria de Mario Firmenich y su vínculo con el atentado
El atentado al comedor de la Policía Federal, ocurrido en plena dictadura militar, fue uno de los ataques más sangrientos atribuidos a la organización Montoneros. La explosión, que causó la muerte de 24 personas y dejó a 60 heridas, fue objeto de controversia y debate durante décadas. Sin embargo, hasta la fecha, no se había avanzado significativamente en la investigación judicial de este hecho.
La Cámara Federal porteña ordenó la indagatoria de Mario Firmenich, exlíder de Montoneros, por su presunta responsabilidad en el atentado al comedor de la Policía Federal en 1976. Este ataque, que dejó 24 muertos y 60 heridos, ocurrió durante la dictadura militar y es considerado una grave violación a los derechos humanos.
El tribunal señaló que este hecho nunca fue investigado por el Estado y, dado su carácter, es imprescriptible. La decisión reabre una de las páginas más controvertidas de los años 70, involucrando a varias figuras históricas del grupo Montoneros.
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El atentado de Montoneros y su calificación como crimen imprescriptible
El ataque al comedor de la Policía Federal fue uno de los episodios más violentos atribuidos a Montoneros. La explosión dejó una huella imborrable en la historia argentina. Según los jueces de la Cámara, se trata de un hecho que debe investigarse como una violación a los derechos humanos.
El fallo también revocó sobreseimientos previos y permitió a las víctimas actuar como acusadores privados, subrayando la importancia de brindar justicia. Este criterio amplía el alcance de los delitos imprescriptibles, aplicándolos a organizaciones no estatales.
Argentina exige acción inmediata por secuestro diplomático
Reclamo oficial por el hostigamiento a la embajada en Caracas
El gobierno argentino exigió la inmediata liberación del gendarme secuestrado en Venezuela y demandó que cesen los actos de hostigamiento contra su embajada. La preocupante situación afecta a la custodia diplomática y pone en alerta las relaciones entre ambos países.
Liberación del gendarme secuestrado en Venezuela
La Cancillería argentina elevó un fuerte reclamo a las autoridades venezolanas tras confirmarse el secuestro de un gendarme argentino en circunstancias aún poco claras. Según informaciones oficiales, el efectivo, que formaba parte de la custodia diplomática en la embajada de Argentina en Venezuela, fue retenido de forma violenta cuando cruzó de Colombia hacia Venezuela para visitar a su familia.
El comunicado también denunció la persistencia de actos intimidatorios contra la embajada argentina, situación calificada como «inadmisible». El gobierno exige una solución inmediata y medidas concretas por parte de Venezuela.
Hostigamiento diplomático en la embajada argentina
En paralelo al secuestro del gendarme, también se denunció un creciente hostigamiento contra la embajada argentina en Caracas. Personal diplomático ha informado sobre actos de intimidación y presiones que violan las normas internacionales de protección diplomática.
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Esta situación genera tensiones entre Argentina y Venezuela, afectando la relación bilateral. El Ministerio de Relaciones Exteriores enfatizó que tales actos vulneran las disposiciones establecidas en las convenciones de Viena, que garantizan la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
Reclamo internacional por la liberación del gendarme secuestrado en Venezuela
El gobierno argentino solicitó la intervención de organismos internacionales para exigir la liberación del gendarme secuestrado en Venezuela y proteger la integridad de su personal diplomático. Al mismo tiempo, instó a las autoridades venezolanas a respetar las obligaciones legales que rigen las misiones extranjeras.
Fuentes oficiales informaron que se están llevando adelante gestiones urgentes para resolver el conflicto y garantizar la pronta liberación del efectivo secuestrado.
La comunidad internacional observa con preocupación este episodio, que representa un nuevo foco de tensión entre ambos países y compromete la estabilidad diplomática en la región.
Maduro utilizaría a ciudadanos extranjeros como rehenes para negociar su salida
Escalada de tensiones en Venezuela ante una posible crisis política
El presidente venezolano Nicolás Maduro estaría utilizando a ciudadanos de Argentina, Estados Unidos y España como moneda de cambio para negociar su salida del poder, en un contexto de creciente incertidumbre política en Caracas. Según fuentes diplomáticas, el mandatario, en medio de una crisis política en Venezuela, busca asegurar su protección y garantías internacionales mientras enfrenta presiones internas y externas.
La estrategia detrás de los rehenes
Maduro habría orquestado la detención de varios ciudadanos extranjeros en Venezuela bajo acusaciones de espionaje y desestabilización. Entre ellos, se encuentran argentinos, estadounidenses y españoles, quienes ahora serían utilizados como rehenes en negociaciones con potencias extranjeras. Este movimiento busca obtener concesiones para una posible transición del poder.
Crisis interna y presión internacional
La crisis política y económica en Venezuela se ha intensificado en los últimos meses, con una creciente oposición interna y sanciones internacionales que asfixian al régimen. En este contexto, Maduro se ve obligado a buscar acuerdos que le permitan una salida segura, mientras utiliza la situación de los detenidos para fortalecer su posición en las conversaciones.
Crisis política en Venezuela: Argentina, EE. UU. y España en alerta
Los gobiernos de Argentina, Estados Unidos y España han manifestado su preocupación por la situación de sus ciudadanos en Venezuela. Cancillerías y organismos de derechos humanos están en alerta, exigiendo explicaciones y garantías para la liberación de los detenidos. El caso se perfila como un tema clave en las relaciones diplomáticas entre estos países y Caracas.
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Maduro enfrenta uno de los momentos más críticos de su gestión, mientras el escenario político en Venezuela se torna cada vez más complejo. La comunidad internacional observa de cerca los movimientos del mandatario, cuya estrategia de negociación con ciudadanos extranjeros podría tener profundas repercusiones.
Las detenciones estratégicas de ciudadanos extranjeros no solo tensan las relaciones diplomáticas, sino que también generan preocupación en organismos internacionales de derechos humanos.